Las transformaciones sociales dramáticas, como las pandemias y los avances tecnológicos, exigen cambios drásticos en los estilos de vida. Los profesionales de la arquitectura continúan explorando y proponiendo nuevos modelos de vivienda, cada iteración atiende a las últimas necesidades de la sociedad. El modelo de co-living es uno de esos ejemplos que se ha convertido en un gran éxito en las últimas décadas. Al redefinir la forma en que las personas viven, busca proporcionar una forma de vivienda social rentable. Aunque está ampliamente dirigida a las generaciones más jóvenes, esta industria se encuentra evolucionando para atender a varios grupos de nicho.
La idea de la vida comunitaria ha existido desde la era de las civilizaciones antiguas. La historia muestra un fuerte vínculo entre la vivienda y la concentración de recursos. Hoy en día, el co-living se ha convertido en una oferta basada en servicios en el mercado inmobiliario que aborda los problemas contemporáneos del crecimiento de la población, la densidad urbana y los precios inmobiliarios en alza.
Dirigida principalmente a personas de 18 a 30 años como una solución de vivienda económicamente viable, el modelo de co-living reduce los costos al permitir que los usuarios compartan espacios residenciales y servicios públicos. Los millennials se están involucrando en lo que se llama "edad adulta suspendida", renunciando a la posesión de propiedades por conveniencia y estilos de vida nómadas. Su carga de deuda estudiantil y las tendencias de retraso en el matrimonio y los niños respaldan la necesidad de un modelo asequible de co-living.
Los jóvenes, sin embargo, no son el único grupo demográfico que se beneficia de la vivienda compartida. Se están diseñando modelos innovadores que atienden a niños, ancianos y familias multigeneracionales para satisfacer las necesidades específicas de los usuarios.
Las opciones de vivienda actuales para personas de la tercera edad, como comunidades de jubilados y hogares de ancianos, luchan por brindarles a sus residentes un sentido de cohesión social. El co-living replantea el paradigma actual de la jubilación al permitir a los residentes trabajar, estudiar y participar en la sociedad. Los intereses similares de las generaciones mayores en la comunidad, la seguridad y las experiencias enriquecedoras se alinean con los beneficios del co-living.
Los padres y madres solteras son otro grupo de personas que se benefician enormemente de la vida comunitaria. Como una alternativa para los padres con dificultades que tienen que volver a vivir con la familia, las empresas de co-living como Commune brindan soluciones asequibles de vivienda y servicios. Además de los beneficios financieros, los padres solteros reciben apoyo emocional y compañía de los co-livers. Permite compartir fácilmente los recursos y las responsabilidades de la crianza.
La demanda de co-living está en una pendiente positiva y los actores inmobiliarios están elaborando estrategias para capitalizarla. Además de la demografía basada en la edad, los desarrolladores están introduciendo propiedades de co-living comercializadas para personas que comparten valores, metas, deseos, intereses y opciones. Estos proyectos de co-living de marca atienden a viajeros, entusiastas de la salud, artistas, empresarios tecnológicos y más. Las ofertas de servicios de nicho se centran en el estilo de vida común que comparten los residentes, prometiéndoles una comunidad de apoyo y una forma de conocer personas de ideas afines.
Ubicado en California, EE. UU., Haven Co-living es un proyecto de marca para adictos al bienestar donde "vivir con intención es una elección diaria". Está totalmente equipado con salas de yoga, un spa, una sala de proyección y una comunidad de rendición de cuentas para tomar clases de respiración. No muy lejos, UP(st)ART es un espacio de vida común para artistas y músicos con estudios para múltiples proyectos creativos. Draper Startup House ofrece instalaciones de co-living a emprendedores y fundadores de todo el mundo.
La popularidad del co-living se ha visto impulsada por la economía de suscripción. Los residentes pueden "suscribirse" a las casas y las experiencias que vienen con ellas en lugar de buscar la propiedad de la vivienda o acuerdos de alquiler complicados. El modelo también permite que las empresas de convivencia se ramifiquen en avenidas afines; por ejemplo, una casa comunitaria para fanáticos de la comida puede asociarse con restaurantes locales. Este modelo de negocio próspero puede transformar radicalmente la forma en que las personas perciben el "hogar" en las próximas décadas.
La marca es una poderosa herramienta comercial, especialmente en un mercado inmobiliario estancado. Los modelos híbridos pueden renovar el sector inmobiliario al mismo tiempo que satisfacen las necesidades de las personas de viviendas asequibles y compañía. Sin embargo, los espacios de co-living de marca vienen con una advertencia para la sociedad en general: reducen el alcance de la diversidad y la interdependencia en la escala arquitectónica y urbana.
La estructuración de categorías de mercado en el sector inmobiliario desafía la diversidad social y la interdependencia entre los grupos sociales. Los encuentros fortuitos se extinguen y las “identidades personales” se vuelven más rígidas. Cuando los proyectos residenciales comienzan a atender a grupos psicográficos específicos, pronto se produce la gentrificación y crea división social. Los espacios públicos también podrían transformarse para atender a grupos psicográficos en el área.
Los profesionales de la arquitectura han sido los custodios de la actividad social y la interconexión en el entorno construido. Enfrentándose a las fuerzas del mercado, la industria de la convivencia necesita evolucionar de manera holística para fomentar una vida verdaderamente comunitaria entre individuos diversos. Los estilos de vida cooperativos y de apoyo mutuo son posibles entre múltiples grupos de usuarios, como se ve en los vecindarios desarrollados orgánicamente en todo el mundo. La convivencia podría beneficiarse de la posibilidad de acuerdos de convivencia cooperativos y colaborativos.
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